Poner el punto final a mi tercera novela, es una gran satisfacción para mí, pues es una obra que significa un gran crecimiento y aprendizaje como escritora.
En este arduo y maravilloso camino que representa convertirme en una profesional, puedo decir con inmensa alegría que he encontrado muchas personas que, a través de su apoyo incondicional, su aliento y fe en mí, han hecho posible que logre seguir soñando cada día más.
A ustedes, mi amado esposo e hijos, a mi familia y a mis grandes amigas distribuidas por el mundo, dedico esta novela. Pero, sobre todo, a Jesús, la fuente de mi inspiración, vida y gratitud eterna.
Eva