Pocas veces se da la coincidencia de embarcarse en la gran aventura que supone estar por dar a luz algo tan valioso como un trabajo de meses y mucho esfuerzo, y a la vez lo más preciado que una mujer puede crear: un hijo. Por eso, dedico mi cuarta novela a esa hermosa vida que solo en unos días llegará a este mundo a iluminar mi universo otra vez. Como cada día lo hacen mi pequeño hijo y mi incondicional esposo. Solo puedo decirles gracias, son mis perfectos caballeros.
No podría estar más gradecida a Dios, por permitirme seguir creciendo en mi sueño de escritura y por darme el increíble regalo del nacimiento de mi segundo hijo. A Jesús le debo mucho más que mi vida e inspiración, también el haber recibido su amor y salvación.
Gracias también a cada persona que me apoya leyendo las locas letras que surgen de mi mente y corazón. Espero que hayan disfrutado de la lectura.
Con profundo cariño,
Eva